1 de agosto de 2007
Pachamama kusiya, kusiya
Hoy, el primer día de agosto se hacen homenajes a la Pachamama, la madre tierra. Según la tradición aymara, en esta época del año la Pachamama tiene hambre, y tiene la boca abierta. Está esperando que la siembren, para que se pueda cosechar más adelante. Por eso es un buen momento para agradecer lo generosa que es con nosotros al albergarnos y darnos alimento.
Y así como es generosa, también es capaz de castigar a los que abusan de ella. Pena sin piedad a los cazadores, agricultores y mineros ambiciosos.
La forma tradicional de homenajear a la Pachamama es sahumar la casa (los puristas lo hacen en una pila de carbón, con hojas de coca, romero y mirra) temprano y hacer un almuerzo. Después de la comida, se cava un hoyo en la tierra y los dueños de casa y los invitados le ofrendan comida, bebida y tabaco (tienen que haber visto algún carnaval en el norte, con los cigarros encendidos a la vuelta del pozo de la ofrenda). Mientras se hacen las ofrendas, se pide: Pachamama kusiya, kusiya. Madre tierra, hacé que me vaya bien. Algunos, además, le rezan "no me comas todavía".
En fin, si no quieren hacer una comilona, sahumar la casa con hojas de coca y cavar hoyos en el jardín, pueden hacer su propio homenaje. Después de todo, se trata de ser agradecido y no de ser antropológicamente correcto.
Mi hermano (como muchos norteños) acostumbra dar de beber el primer trago a la tierra, volcando un poco de su vaso: "para la Pacha". Es una buena forma de empezar y tienen todo el mes para intentarlo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario